miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cambiando(me) de Estación


Quiere decidirse a entrar la primavera...da gusto tomarse un minuto para observar las flores...

Este "renacer" también acelera o motiva cambios...que siempre por algo vienen...

Dejarse llevar por ellos sin temor y dejar interactuar la energía está bueno!!!!

lunes, 19 de julio de 2010

Melancolía...


Lo que daría por llegar a casa y encontrarte allí, en tus quehaceres y que me sonrieras...como siempre.
Lo que daría por poder sentir un abrazo tuyo y apretarte fuerte fuerte

No me alcanzan hoy los recuerdos.
Quisiera tomar el teléfono y poder oírte aunque sólo eso fuera.
Será esta lluvia persistente?
Será este gris que no deja aparecer el sol hace días y logró cubrir mi alma?
Será que el tiempo que según dicen "todo lo cura" aún no ha podido acostumbrarme a tu ausencia y que a veces, a medida que pasa, es peor aún.
No lo se....
Hoy me haría tanto bien un teléfono que se comunicara con el cielo...

sábado, 10 de abril de 2010

Puente

Camino por la plaza, y de pronto me choco con ellas, sentadas ahí como tantas veces en el banco, siempre el mismo...
Una saluda a alguna persona conocida, mientras al lado, la más joven se hamaca en un vaivén continuo acompañado de una también continua conversación consigo misma o no, quién sabe?!.
La genética se nota y sin duda son madre e hija.
La segunda en su mundo, muy lejos de allí, a kilómetros de su madre pero al lado.
La madre observa todo, pegada a ella pero totalmente aislada por el continuo murmullo del desconocido mundo de su hija...
A su alrededor, hay más gente, me siento yo en un banco cercano e intento imaginar qué pasará por la cabeza de ambas.
Hago un paneo del entorno: un banco a la derecha un joven manipula con soltura su teléfono móvil enviando mensajes; un banco a la izquierda una pareja que se habla al oído entre besos y abrazos; unos metros adelante una abuela que disfruta viendo cómo su nieto corre tras las palomas; unos metros más atrás yo que me despegué de mi mundo intentando acercarme a esos otros...la sonrisa del niño que corre las palomas me abre una puerta al suyo: puro, ingenuo, feliz
De a ratos la madre mira a su hija pero como si lo hiciera desde la distancia que impone ese continuo murmullo e intentando asegurarse de tenerla allí...luego continúa mirando su entorno. Pasa una chica de la edad de ella, enérgica, saludable, con andar decidido. La sigue con la mirada, respira hondo...lo que daría por ver a su hija tan saludable y valiéndose por sí misma, la sigue con la mirada y de pronto un perrito la toca con su hocico como enviado por alguien, a distraerla de su reflexión, ella lo acaricia el le agradece con el movimiento de su cola le da unas vueltas intenta subírsele a la falda y luego se va; la deja sonriendo...
Las dejo allí unidas por ese banco que ejerce de puente entre sus mundos....un tanto más distantes que el que me separa de cada una de las personas con las cuales me cruzo....

miércoles, 10 de marzo de 2010

Ambigüedad...

Melancolía de M. Martinez Godinez


Hace un año...me parecen siglos, mucho tiempo.

Pero cuando suena un año me parece que voló el tiempo...

Difícil explicarlo...más aun adaptarse a tenerte conmigo...pero sin verte

La lluvia que cae hoy acompaña mis sentires....

Sin duda el sol saldrá, y será también por ti, mañana...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Recuerdo de lluvia


Una vez más el manto fresco de esta lluvia veraniega me trae hasta aquí...
Mientras corre el agua cual cañada a ambos lados de la calle, observo cómo las plantas reciben el vital elemento agradecidas después de soportar el rigor del caluroso sol pre-tormenta.
Improvisados paragüas desfilan por la vereda dándole formas diversas al rutinario trayecto que realizan quienes los portan, todos los días a esta hora: la del almuerzo.
Mirando cómo caen las gotas sobre el agua me retraigo a aquella época, un tanto lejana en el tiempo pero no así en mis recuerdos y en mi corazón, que fue la de mi niñez, allá por el norte de mi país, cuando estos temporales de verano eran todo diversión y felicidad ya que podíamos mojarnos y chapotear a placer en charcos callejeros que se formaban y desaparecían junto con la lluvia.
¡Qué felicidad poder mojarse a destajo, con ropa ligera y descalzos, los ojos semicerrados para que no golpearan tantos las gotas de lluvia y las manos abiertas como queriendo retener el agua en ellas!...
(Del mismo modo que quisiera retener ese momento hoy al recordarlo, pero abriendo las alas del recuerdo para inmortalizarlo).
¡Qué felicidad poder disfrutar aquel momento! Como en aquel tiempo sin nubes empañándolo, sin preocupaciones, viviendo plenamente ese instante de felicidad que nos regalaba la naturaleza con total generosidad...
Maravilloso banco de datos: nuestra memoria, visual, perceptiva...
Un sonido de ahora, un teléfono me trae aquí nuevamente, ladeo la cabeza para mirar nuevamente las gotas que siguen cayendo, las miro una vez más y sigo con mi trajinar diario, pero ya lo veo diferente....