Llegada esta hora, nocturna, en que ya se apaciguó el trajinar diario, en que me encuentro conmigo misma, totalmente y absolutamente, me siento bien y en paz; es entonces en que se me sueltan, se me escapan las palabras, las frases y me viene esta necesidad casi imperiosa de dejarlas plasmadas aquí; y luego allí y de ahí, a deambular a través de la mirada de cada cibernauta que llegue a esta orilla queriendo, o tal vez, naufragando por este mar de información...
En cualquier caso aquí estamos: yo intentando transmitir algo y tú recibiendo, quizá buscando, o no...pero este simple hecho algo de magia tiene y no es poco...